Y si hablamos de Jesús nació por una razón muy simple, algunas personas llegaron a mí en aquel momento preguntándome cosas sobre la fe, sobre la iglesia católica y sobre el amor de Dios, por eso me di la tarea de iniciar el blog, al final creo que subí como tres temas de contenido y lo dejé por alguna razón que desconozco.
Luego vino mi necesidad de escribir y compartir con ustedes mi proceso de salud y ahí el blog adquirió sentido.
Ahora lo que pasó fue que la enfermedad se fue, entonces mi proceso de salud terminó y vuelvo a ser una persona más en medio de un montón, así super normal con una vida bastante tranquila sin mucha aventura que contar.
Pero no quiero dejar de escribir porque vieras que a pesar de que ya soy sana y para gloria de Dios sobreviviente de cáncer pues hay muchas cosas que siguen en mi cabeza, muchos sentimientos encontrados que claramente aún están acomodándose para ver si me siento realmente feliz o me gana la incertidumbre.
Bueno como les digo el blog tomó sentido pero se llama ¿Y si hablamos de Jesús? Creo que nada que ver el nombre con lo que he venido escribiendo, pero si me siento a analizar bien todo el contexto pues tiene relación una cosa con otra, ya que siempre en cada paso que di durante mi proceso de salud pues estuve hablando de Jesús, del acompañamiento que hizo en mi desierto y de cada una de las señales que me brindó para seguir el camino correcto, la actitud correcta y el mejor deseo de salir adelante, estoy segura que todos los que me van leyendo desde el principio sintieron esa relación de mi vida con la vida de Jesús o bueno no porque yo sea como Él sino que realmente pude sentirme confiada en Él, sabiendo que todo estaba bajo su control y saben que hablar de problemas, dolores o miedos es de inmediato voltear los ojos al cielo y clamar a Dios para que nos ayude y saque con bien de ese momento difícil.
De eso se trata este blog, que sepamos hablar de Jesús en la calle, mezclados con los demás y no porque seamos los más perfectos del mundo sino porque entre tanta imperfección logramos encontrar la misericordia y amor del más grande y perfecto de todos y que si Él no nos juzga, no nos deja solos, no nos señala, pues entonces ¿quién contra nosotros? o ¿por qué sentirnos tristes y solos?
Suena fácil y ni yo lo aplico muchas veces y cuando me preguntan ¿cómo estoy? pues no tengo la respuesta en mis labios de inmediato y pienso que realmente podría estar mejor, pero sin duda trabajo en eso todos los días para sentirme completa, acompañada y renovada por el amor de Dios por su presencia absoluta en todo lo que hago y en su ayuda para que su plan en mi vidas se vaya realizando.
De verdad que este blog para mí ha sido un espacio sumamente importante y como lo dije en alguno de ellos, es mi mejor amigo, mi paño de lágrimas y la mejor manera de llegar a estar junto a todos ustedes que tan amablemente me han leído, respondido y dado tantas palabras de aliento en cada uno de mis días buenos y los no tanto.
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El Facebook hoy me recordó una cita que tuve hace un año exacto, la verdad no recuerdo cita de que era, pero hice la publicación en Facebook y me imagino que la hice porque no me sentía para nada bien, pero al sentir eso tan feo uno pone su mejor cara porque si por alguna razón el doctor, las enfermeras o el reloj se dan cuenta que usted no quiere estar en la cita algo sale mal y se dura más de lo debería durar y todo lo que te dicen es realmente incómodo.
Eso fue una de las más grandes enseñanzas que me dejo todo mi proceso y mi abuelito papá me lo decía siempre y era el recado que me dejaba siempre con mi mamá, *paciencia y fe* en cada momento y así logramos superar cada cita, cada espera de que lo atendieran a uno y cada espera de algún resultado, de algún tratamiento, también con paciencia y fe esperaba el sentirme mejor después de los días duros de quimio, y aquí estoy hoy un año después sabiéndome sana pero en espera con mucha paciencia y mucha fe para que mi cuerpo se regenere por completo y me dejen de doler algunas cosillas que aún siguen sintiendo los efectos de tanta cosa que me hicieron.
Definitivamente Dios nos ayuda a salir adelante y nos enseña que en cada día oscuro está Él más cerca todavía y nos reconforta, con miedos, con dudas con ansias pero confiados al final del día porque en sus manos está el control de nuestra vida, de nuestro hoy y de nuestro mañana.
Gracias en serio a ustedes que me siguen leyendo y siguen haciendo de este blog un espacio lindo de lectura y reunión conmigo.
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