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Cuida donde pones tu confianza

Foto del escritor: Alexandra Calvo BarbozaAlexandra Calvo Barboza

Dicen los antiguos filósofos que los seres humanos sufrimos por tres cosas, por amor, por dinero y por salud.

Con el día a día me he dado cuenta que es cierto, nos la pasamos en quejadera gracias a esos tres temas.


Hoy voy a serles honesta y les voy a contar que yo he pasado por esos tres grandes puntos.


Por el tema del amor, hace no sé ya cuántos años, tal vez cuatro o cinco, pensé que mis oraciones ya habían sido escuchas, en mis oraciones pedía tener un novio, uno que por favor fuera guapo, que fuera buena gente, que saliéramos que le gustara pasear, que se llevara bien con mi familia, que compartiera conmigo las actividades de mi casa y las tardes de café, y resulta que llegó, y yo dije que claro que las oraciones ya habían sido escuchadas y que ya no debía pedir más por eso, fui feliz, incrédula-mente teniendo ese novio tan genial, así tal cual lo había pedido, pero resulta que duró muy poco y en un lapso de aproximadamente tres cuatro meses todo acabo, solo se desapareció, me vaciló a mí y por ser algo que solo aparentó ser, me engaño a mí y a mi familia, un día solo me dijo que no quería jugar más a ese ser humano que me había dicho que era, que él quería cambiar y por eso había intentado ser diferente conmigo pero no lo logró y prefería no seguir más sobre-actuando algo que nunca sintió de verdad.


Lloré, claro que lloré mucho y me sentí sumamente decepcionada por la parte espiritual, porque pensé que ya no había necesidad de rezar más por eso y al final si era necesario continuar con esa lucha porque realmente no había encontrado lo que mi corazón necesitaba en realidad.

Después lo vi de nuevo, después de haber llorado tantos meses tuve la oportunidad de verlo otra vez y caí en cuenta de que no era tan guapo como cuando lo vi por primera vez y que no me ofrecía nada de lo que yo pensé que era tan perfecto, entonces ahí agradecí a Dios porque me lo había quitado del camino, porque no habíamos dado tiempo de que pasara algo más y porque no había necesidad de sufrir, me di cuenta que había llorado en vano pero por dicha pasó y aprendí. Una lección de vida aprendida.

Gracias a esa relación yo me había alejado un montón de mis grupos de iglesia y de rezar, porque yo pensé que ya no había que pedir tanto más porque ya lo había conseguido a él y ahí tuve mi primer fallo.


Después de eso justo después de esos meses, empezó mi problema de salud. Me di cuenta que algo estaba fallando con mis tiempos de menstruación, me puse en control, casi muero desangrada, me descompuse, me llevaron al hospital, me vieron, y a los 22 días o menos me estaban llamando para decirme que tenía cáncer y ahí estaba en juego mi salud. Otra vez también estaba en juego mi fe y entonces de nuevo retomando mi vida anterior, antes del tema del mal amor, me puse a rezar mucho, me puse a pedir mucho, otra vez esa comunión estrecha y constante con Dios volvió y de nuevo volví a donde tenía que estar.

Pasaron muchos días con respecto a mi proceso de salud, de verdad que mi paciencia fue una de las cosas que más trabajé, de verdad que mi fe estuvo siempre presente, mi esperanza y mis oraciones. Después cuando todo paso, me di cuenta que mis oraciones si fueron escuchadas, porque lo único que yo clamaba en ese momento era poder vivir, vivir más, no importa cómo, no importa con quien, no importa donde, simplemente vivir, estar viva y pude vivir para contar el cuento.

Recuerdo que una vez me moleste tanto, estábamos reunidos todos en familia en la casa de una de mis hermanas y en ese momento sabíamos que tenía el tumor y que me iban a operar y ya, pero resultó ser que una de mis hermanas dijo, ey, Ale tiene que estar preparada porque puede ser que le tengan que poner quimioterapia ya sea antes o después de la operación puede ser que sea necesario porque uno nunca sabe que tan grande sea. Y yo me enoje, porque no, porque eso no era posible, no iba a soportarlo, les dije que no lo iba a lograr, que no iba a pasar y que no dijeran eso.


Y bueno, llego el día en que me explicaron el proceso correcto para lo que tenía y por supuesto que iniciamos con quimio, después radio y hasta lo último la operación y claro que lo logré procesar, no vamos a omitir que lo logré hasta después de llorar y patalear un poco porque de fijo hay que hacerlo, es mentira que uno recibe esas noticias y no se siente asustado, agobiado, desilusionado, distraído, se puede decir distraído porque uno tiene que estar siempre concentrado, concentrado en Dios porque ahí siempre debe estar la fe, la fe y confianza, la confianza en Dios porque todas nuestras suplicas y oraciones van a ser escuchadas y atendidas según su voluntad y plan perfecto.


Después de eso yo dije que había sido prueba superada, superada de cáncer, superada de mal de amor, pero resulto que faltaba algo más, recuerdan que al principio dije que eran tres cosas, nuestra plata, nuestra salud y nuestro amor y sí, me tocaron la economía porque creo que en un momento de la vida, tuve mi fe puesta ahí, en la plata y después de haber pasado por algo tan fuerte como el cáncer estaba concentrada en otro tema y no era Dios y no era la fe y no era nada de eso y otra vez me jalaron las orejas, se burlaron de mi inteligencia, un ser humano que claramente no le intereso si yo era buena, mala, enferma, sana, no importaba, simplemente jugaron con mi poca capacidad de sospechar y me robaron, me robaron lo que yo pensé que era para mí y para siempre, lo que yo pensé que era para hacer más plata, lo que yo pensé que iba a generar más ingresos, lo que yo pensé que era para mí estabilidad por si el trabajo me daba mucha pereza poder salir corriendo de ahí, porque ahí estaba esa plata, esa estabilidad con la que iba a poder montar un negocio y que iba a poder hacer muchas cosas y al final también me lo arrebataron y ahí me di cuenta que mi fe estaba puesta en otro lado, que otra vez había dejado de lado lo importante, había dejado de lado rezar, ir a misa y confiar en el que definitivamente es el único en que uno tiene que confiar y entonces de esa manera llegue a esta conclusión.



De verdad que ya he pasado por los tres puntos donde uno se queja mucho y sufre mucho, y estoy segura que no solo yo he sufrido estas cosas, más grave o menos grave todos hemos pasado por los tres y estoy segura que más de uno o más de una que logre leer esto va a decir, uy si a mí me paso esto o también esto otro y se van viendo que son estos tres puntos los que siempre duelen o que más nos cuesta superar. Sin embargo solo puedo decir que lo único que me dejan estas cosas que uno ve como recuento de los daños y ve que uno ha pasado tanto y lo ha logrado, es para pensar en lo que me dijo un día de estos un amigo; Ale no espere que otra vez le pase algo para acordarse de lo importante, no deje que otra vez la zarandeen como dicen, para que se acomode en el camino correcto. Y bueno aquí me siento total y absolutamente postrada nuevamente a los pies de Jesús, que es donde definitivamente toda nuestra vida tiene sentido y nuestro camino tiene esperanza y donde nuestra confianza debe de estar siempre, no importa si no tenemos plata, no importa si no tenemos un novio guapo, no importa si nos duele algo o estamos pasando un mal momento con el tema de la salud, al final todo eso se puede superar postrados a los pies de Jesús, definitivamente doy fe de eso y me encantaría que mi mensaje llegara a tantas personas antes de que les doliera algo, antes de que se queden sin trabajo o antes de que una persona les rompa el corazón, pero bueno también es de esperanza en caso de que si estemos ahí con alguna cosa en este momento, simplemente lo importante es no perder el norte y no olvidar donde realmente debemos tener puesta nuestra confianza.

No nos soltemos de Jesús, aprendamos de Él y vivamos con Él siempre.

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