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¿Ustedes han escuchado ese dicho que dice que no hay que contar a los pollitos hasta que nazcan o algo así?
Ese dicho no ha dejado de hacer eco en mi cabeza desde el 31 de oct 2020 que hice una publicación en mi Facebook, donde dije que ya todo había terminado.
Respiren y les cuento con toda la paz que intento mantener en mi corazón.
Fui a la cita de control después de casi dos meses y medio de la cirugía y bueno me hicieron las preguntas de siempre, ¿Cómo está? ¿Cómo se siente?
Y yo lo más de normal les dije la verdad, lo que he venido teniendo estos días y bueno me dijeron pase al baño póngase está bata y vamos a revisarla.
Después de que me vestí de nuevo, ¡¡¡¡sorpresa!!!!
Tenemos que internarla para hacerle un tac, porque lo que le siento no es normal, le tomé una biopsia y hay que esperar de nuevo los resultados tanto del tac como de la biopsia, para ver si va a necesitar más tratamiento, aquí está la referencia vaya de una vez a admisión para tener el resultado lo más pronto y lo más pronto empezar con lo que se tiene que hacer.
Ya chao eso fue todo. Salí de ahí y lloré tan fuerte abrazada de mis papás en media calle que una muchacha de un edificio de por ahí salió con una botella de agua para que me tranquilizara.
Se los juro que yo soy fuerte y lo seré siempre, pero hay momentos donde uno dice, ¿Es en serio? ¿Me están viendo la cara de idiota? ¿Están jugando conmigo? ¿Qué les pasa?
Han sido 15 días difíciles para mí, pensar en más cáncer, en más quimio, en más incapacidades, en más días de hospital, en serio es demasiado.
Pienso demasiado en que de verdad debe de haber un sentido último detrás de todo esto, ¿será la muerte?, ¿será amar más?, ¿será un poco más de fe?, son tantas las preguntas, los sentimientos, la incertidumbre que en serio no sé qué más pensar.
La semana que pasé internada si lloré mucho, esta que está terminando no tanto porque se los juro que no he pensado mucho, solo quiero ser positiva y esperar la noticia que sea y después veré como salgo del susto otra vez.
Este mundo, vida o lo que sea como lo queramos ver en serio a veces no tiene ni pies ni cabeza. Dios es bueno no hay duda, pero no sé en qué parte del camino tomé la dirección equivocada y me está tocando vivir esto. ¿Qué tan fuerte soy o qué tan afortunada soy para sobrevivir a esto?
¿Qué hay una posibilidad para qué no sea nada malo? La hay, pero ya no quiero volver a contar los pollitos sin que salgan de la cáscara. Solo queda esperar, con fe, claro que sí, pero con fuerza más que todo para este round 2 en caso de que así lo quiera Dios.
Como siempre les digo y les diré hasta el cansancio, gracias por rezar por mí por sus palabras y porque mucha gente a pesar de la distancia nos unen los mensajes de aliento y palabras que de verdad me llegan hasta el alma y me ayudan a seguir adelante.
Y bueno con mucho cuidado por aquello del virus, no duden en escribir para ir por un café, porque lo importante no se debe aplazar demasiado.
Gracias también por leerme, este blog es sin duda mi paño de lágrimas preferido y mi mejor amigo porque hace que me reúna con todos ustedes.
No olviden que todo éxito viene cargado de dosis inmensas de paciencia y mucha fe.
Mucha fortaleza Ale. El primer round lo haz vencido! Dios siempre va de tu lado. Seguiré orando por ti.